Conocenos a través de los demás

La música es el medio

Lo que nos importa son las personas

El feedback nos hace mejores

«Un afiche en la calle. La imagen de un teclado. ¡Mi piano! ¡Mi piano cerrado por más de treinta años…! ¿Y si pruebo? Un teléfono. Una voz amable, pero firme y con reglas claras. Probemos. Probamos. Melisa es una mujer joven, de expresión clara y mirada directa. Linda voz y manos que saben volar por el teclado. Empaticé de inmediato y supe que mi intuición no me engañaba: esa mujer podía derribar los temores, las duras autocríticas, esa prisión en que habían quedado mis manos. Todo lo que me impedía tocar. Ha pasado poco más de un mes. Comencé con un preludio, con un poco de vergüenza porque parecía demasiado sencillo. Error. Hoy es lo primero que toco y le siguen otras obras que voy rescatando de mis estudios previos. Y sin temor. Con la alegría de sentir que puedo mejorar (infinitamente, claro) pero que he vuelto a tocar. Melisa me enseña cosas pero también hace preguntas y me obliga a la reflexión. Hace propuestas. Demuestra. Se sienta al lado y con la mano izquierda toca la melodía de la derecha…¡oh! Un prodigio que camina, me escucha, toma mate y me corrige. Todo en un ambiente de amable contención. Tocar el piano es un placer y un trabajo. La técnica pianística existe para mejorar la condición del pianista y abordar la obra con otra mirada. Estoy feliz y agradecida. El tiempo que compartamos será un tiempo de alegría y de aprendizaje. ¿Qué más?»

Ana Schmid

EGRESADOS DEL TALLER DE TECNOLOGÍA PARA MÚSICOS